El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se apoyará en el poder de la diplomacia en persona en su primer viaje a Asia durante su segundo mandato. Se reunirá con viejos rivales y nuevos aliados, buscando cerrar acuerdos con implicaciones significativas para la economía y la seguridad nacional.
Sin embargo, el enfoque de Trump sobre los aranceles y su estilo impredecible en las relaciones internacionales han generado preocupación entre sus aliados tradicionales en la región. Este contexto presenta una prueba crucial para el autor de “El arte de la negociación”, quien se enfrenta a retos diplomáticos y económicos nunca antes vistos.
Trump llegó a Malasia el sábado por la noche (domingo por la mañana, hora local), comenzando una gira de seis días que abarca tres países en un momento en que Estados Unidos reevalúa su papel global frente a la creciente influencia de China.
Con su lema “EE.UU. primero”, Trump ha mencionado que su administración ha logrado culminaciones en varias guerras, incluyendo un frágil alto el fuego entre Israel y Hamas. A lo largo de este viaje, planea abordar el conflicto de larga data en Ucrania durante su reunión de alto perfil con Xi Jinping, el líder de China, con quien Estados Unidos permanece en un estado de guerra comercial.
En Kuala Lumpur, Trump fue parte de la firma de un acuerdo de paz entre Camboya y Tailandia. Estos dos vecinos del sudeste asiático acordaron un alto el fuego para acabar con la creciente violencia en su frontera, siguiendo las advertencias de Trump sobre la falta de acuerdo comercial si el conflicto persistía.
“Estoy en camino a Malasia, donde firmaré el gran Acuerdo de Paz, que negocié con orgullo entre Camboya y Tailandia”, afirmó Trump en una publicación en Truth Social al comenzar su viaje.
Más adelante, Trump se reunirá con los principales líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), explorando como fortalecer las alianzas con Estados Unidos. Además, se encontrará con la nueva primera ministra de Japón en Tokio, donde se discutirán temas de comercio y seguridad con el presidente de Corea del Sur.
La atención se centra especialmente en la anticipada reunión entre Trump y Xi, cuya realización ya está marcada por preocupaciones y tensiones. Existe también la posibilidad de que se produzca un encuentro con Kim Jong Un de Corea del Norte, lo que reviviría la memoria de su emblemático apretón de manos en 2019.
Las interacciones de Trump con sus homólogos estarán bajo estricta vigilancia, buscando avances en la restauración de lazos económicos y en el cumplimiento de promesas de inversión, así como en la cooperación en materia de seguridad.
Victor Cha, del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), comentó que aunque los líderes regionales han sido objeto de sanciones arancelarias, aún desean negociar. “A pesar de estos problemas, creo que recibirán a Trump de forma positiva, todos quieren cerrar un trato con el presidente estadounidense”, afirmó.
Cada aspecto de este viaje presidencial está siendo gestionado con precisión, dado que los anfitriones buscan mostrar respeto y admiración hacia el presidente de Estados Unidos. Las circunstancias de esta reunión han cambiado drásticamente desde la última conversación, en junio de 2019, en una cumbre del G20 en Japón, donde la relación se complicó tras la administración de Joe Biden y el impacto de la pandemia de COVID-19.
Mientras tanto, Beijing busca previsibilidad en el enfoque diplomático de Trump, conocido por su estilo impredecible. A raíz de tensiones recientes, Trump ha amenazado con aumentar los aranceles a las exportaciones chinas, lo que ha incitado a Beijing a protestar y a aplicar restringir las exportaciones de minerales de tierras raras.
El embajador Nicholas Burns ha sugerido que es probable que Trump y Xi logren un acuerdo informal durante sus discusiones, centrándose en problemas como TikTok, fentanilo y exportaciones de soja. Sin embargo, hay un consenso en que no se alcanzará un acuerdo comercial definitivo en el curso de este viaje.
Trump ha declarado su deseo de influir sobre la relación entre Estados Unidos y Rusia, al señalar que espera que Xi pueda afectar a Putin en el contexto del conflicto en Ucrania. Además, tiene programados encuentros con la nueva primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, y líderes de otros países de la ASEAN.
Con la reunión de APEC como telón de fondo, el viaje de Trump se produce en un momento crítico, donde las tensiones regionales podrían poner a prueba su papel como mediador en un contexto de disparos en Corea del Norte y otros movimientos estratégicos en el Asia-Pacífico.
Funcionarios de Trump han discutido en privado la posibilidad de un encuentro con Kim, aunque no hay indicaciones firmes de que se concrete. Trump ha expresado su apertura a esta idea, recordando la histórica reunión de 2019, que aunque no resultó en acuerdos definitivos, marcó un avance significativo en las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte.
La importancia de este viaje y los resultados de las reuniones que sostendrá son vitales no solo para la estabilidad regional, sino también para el futuro de las relaciones económicas y diplomáticas entre Estados Unidos y sus contrapartes asiáticas.
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Original source: Noticias Monterey
By Connor Dufault
30 Oct, 2025





