La Importancia de las Abejas: ¿Por qué Debemos Protegerlas en San Diego?

San Diego, CA – En esta serie de reportajes especiales de Noticias Univision San Diego, exploramos la importancia de un pequeño insecto con un papel monumental en la salud del planeta: las abejas. A menudo temidas, estas criaturas son, de hecho, esenciales para la producción de alimentos que llegan a nuestras mesas. Sin embargo, en San Diego, la población de abejas está disminuyendo, y los expertos advierten que su desaparición podría tener graves repercusiones para todos nosotros.

Cada vez que disfrutamos de una manzana o una taza de café, debemos agradecer el trabajo silencioso de las abejas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), más del 70% de la producción mundial de alimentos depende directamente de la polinización efectuada por estos insectos.

Se trata de productos básicos como manzanas, almendras, fresas, sandías, aguacates, café, carne, leche y huevos, entre otros.

“Sin las abejas, no hay comida. Sin comida, no hay humanos. Si seguimos matándolas, no vamos a tener qué comer”, advirtió Monique Grimaldi, apicultora de San Diego.

Los expertos aclaran que las abejas no son agresivas si no se les molesta. Por ello, si se encuentra una colmena cerca de casa, se recomienda no destruirla ni utilizar pesticidas, sino contactar a un especialista para su reubicación segura.

Una empresa que apoya este tipo de iniciativas es San Diego Gas & Electric (SDG&E), la cual implementa un programa de rescate que traslada colmenas a áreas protegidas.

“Estamos tratando de que las abejas prosperen y continúen desempeñando su papel crucial en el medio ambiente”, comentó Humberto Gurmilan, vocero de SDG&E.

Monique Grimaldi realiza hasta 15 reubicaciones de colmenas al día. Vestida con un traje especial, careta y ahumador, su labor es proteger tanto a las personas como a las abejas.

“Las abejas solo viven unas seis semanas. Es fundamental cuidar a las crías, ya que ellas serán el futuro de la colonia”, subrayó Grimaldi.

Una vez que son retiradas, las colmenas se trasladan a santuarios dentro del condado, donde las abejas pueden continuar polinizando sin representar un riesgo para la comunidad.

“Le pedimos a la comunidad que nos llame si encuentra un panal. Evaluamos la situación y programamos la reubicación de manera segura”, destacó Gurmilan.

Cada colmena o “casita”, puede albergar entre 30,000 y 50,000 abejas, y en menos de una semana pueden producir un panal completo. De este, se extrae la miel, mientras que la cera sobrante puede ser utilizada para fabricar velas.

“Este programa busca proteger tanto a la gente como al planeta. Las abejas no son nuestro enemigo, son nuestras aliadas”, concluyó Grimaldi.

A pesar de su pequeño tamaño, las abejas desempeñan un papel fundamental en la sostenibilidad de la vida en nuestro planeta. Por esta razón, su conservación no es solo una cuestión medioambiental, sino una cuestión de pura supervivencia humana.