Estados Unidos lanzó ataques aéreos contra varios objetivos en Siria este viernes, vinculando las operaciones con la agrupación terrorista ISIS. Esta acción fue una represalia por el reciente ataque que dejó dos soldados estadounidenses muertos, tal como informaron funcionarios del gobierno estadounidense.
La operación, llamada “Hawkeye” en honor a los dos soldados fallecidos originarios de Iowa, impactó decenas de instalaciones relacionadas con ISIS, incluyendo almacenes de armas y otras infraestructuras en diversas ubicaciones de Siria. Según uno de los funcionarios, la operación tenía como objetivo debilitar la capacidad operativa de ISIS en la región.
Tras el ataque del 13 de diciembre, que resultó en la muerte de los dos soldados y un intérprete civil, las fuerzas estadounidenses, junto con aliados, realizaron diez operaciones adicionales, que llevaron a la neutralización de aproximadamente 23 sospechosos. La recopilación de información de dispositivos electrónicos incautados durante estas misiones ha sido crucial para identificar y atacar los objetivos asociados con ISIS.
Actualmente, cientos de militares estadounidenses permanecen desplegados en Siria como parte de la misión de largo plazo iniciada para combatir a ISIS, que se formó cuando el grupo extremista tomó el control de amplias áreas de Siria e Iraq en 2015. Gracias a operaciones conjuntas y cambios en el liderazgo en Siria, la influencia territorial de ISIS se ha visto considerablemente reducida.
El objetivo de la Operación Hawkeye es propinar un golpe decisivo a los remanentes de ISIS en Siria, buscando disminuir su capacidad de amenazar a las fuerzas estadounidenses en la región, declaró el funcionario a CNN.
Según las fuentes, países aliados como Jordania colaboraron con Estados Unidos durante estos ataques. Sin embargo, tras las represalias prometidas por el gobierno de Trump, el Ministerio del Interior de Siria indicó que el atacante del 13 de diciembre pertenecía a las fuerzas de Seguridad Interna sirias. Tanto funcionarios de Estados Unidos como de Siria han admitido que los vínculos del atacante con ISIS son inciertos, y el grupo no se ha atribuido la responsabilidad del ataque.
Los dos soldados estadounidenses que perdieron la vida en Siria este mes fueron identificados como el sargento Edgar Brian Torres Tovar, de 25 años y originario de Des Moines, Iowa, y el sargento William Nathaniel Howard, de 29 años y de Marshalltown, Iowa. Ambos murieron en un enfrentamiento con fuerzas hostiles en Palmira, Siria, según el informe del Ejército de Estados Unidos. Los soldados pertenecían al 1° Escuadrón, 113º Regimiento de Caballería, 2ª Brigada de Infantería, 34ª División de Infantería de la Guardia Nacional de Iowa.
Otros tres miembros de la Guardia Nacional de Iowa resultaron heridos en el atentado y fueron evacuados para recibir atención médica.
“Nuestra prioridad en este momento es apoyar a las familias de nuestros soldados caídos y heridos”, afirmó el general de división Stephen Osborne, comandante de la Guardia Nacional de Iowa. “Toda la Guardia Nacional de Iowa lamenta esta triste pérdida y estamos unidos en el apoyo a nuestros soldados y a sus familias”.
Aproximadamente 1.800 soldados de la Guardia Nacional de Iowa iniciaron su despliegue en Medio Oriente a comienzos de este año, en el marco de la Operación Inherent Resolve, según un comunicado de la oficina de la gobernadora Kim Reynolds.
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Fuente original: Noticias El Paso
Por Alan Tiscareno
19 Dec, 2025
