
Por Karen Gutierrez, Univision
Denver, Colorado — 25 de noviembre de 2025
El bullicio asociado a los aeropuertos es habitual, pero en el Denver International Airport (DIA), esta experiencia está bajo una transformación significativa. En respuesta al estrés creciente entre los viajeros, el aeropuerto ha lanzado la Quiet Airport Policy, una medida destinada a reducir los niveles de ruido y crear un ambiente más pacífico durante el tránsito.
La implementación de esta política surge tras años de quejas sobre el aumento de decibelios, un problema exacerbado por la expansión de DIA como uno de los aeropuertos más grandes y transitados del mundo, combinado con los anuncios habituales de seguridad y operaciones. El objetivo es mitigar el ruido aeroportuario desde sus fuentes controlables, y las iniciativas adoptadas son ambiciosas.
Un problema creciente: el ruido y su impacto en la salud
Los responsables del aeropuerto han reconocido que el ruido ambiental no solo es molesto, sino que también puede tener efectos adversos sobre la salud física y mental de los viajeros. Investigaciones médicas indican que la exposición a altos niveles de ruido puede provocar ansiedad, fatiga, confusión y una sensación de sobrecarga sensorial, similar a la causada por la contaminación lumínica.
Phil Washington, director ejecutivo de DIA, explicó que la intención es crear “un ambiente más tranquilo” y convertir el aeropuerto en un lugar donde la experiencia del viajero no sea caótica. “No es una biblioteca, pero queremos que los pasajeros sientan paz y tranquilidad”, comentó.
Iniciativas como la de Quiet Communities han aplaudido esta política, destacando que “el cambio de un entorno ruidoso a uno tranquilo permite que el estrés se disuelva”.
Los cambios principales: menos anuncios, más control
La transformación comienza en los 200 micrófonos instalados en las tres terminales del aeropuerto. Anteriormente, un solo anuncio podía abarcar 70 puertas simultáneamente; ahora, cada anuncio se limitará solo al punto de embarque correspondiente y áreas adyacentes.
Además, se han incorporado sensores en los altavoces para monitorear los niveles de ruido ambiental y elaborar mapas que analicen la frecuencia y duración de los sonidos por zona. También se ha contratado a una empresa especializada en control de audio para ayudar en esta tarea.
Las aerolíneas deben adaptarse a estas nuevas normativas. Denver ha solicitado que reemplacen los anuncios masivos por alternativas como mensajes de texto, notificaciones en aplicaciones móviles o señales visuales. La habitual “última llamada” de subida al avión será más efectiva, ya que no habrá repeticiones a decibelios altos.
Representantes de United Airlines han asegurado que la reducción en los anuncios “no ha tenido incidencias reales”, dado que la mayoría de los viajeros ahora utilizan su aplicación. Por su parte, Southwest Airlines también ha expresado su apoyo a la iniciativa.
Cazadores de ruido: los equipos que buscan cada fuente molesta
Durante los próximos dos años, el personal de mantenimiento llevará a cabo inspecciones exhaustivas en los sistemas mecánicos y operativos del aeropuerto para identificar fuentes de ruido aeroportuario. Entre lo que se revisará se encuentran:
- Equipos de calefacción y ventilación (HVAC)
- Los carritos que emiten pitidos constantes
- Las escaleras mecánicas y pasillos móviles
- La música emitida por restaurantes y tiendas hacia los pasillos
- Los secadores de manos que superan los decibeles de un soplador de hojas
“Queremos abordar cada uno de esos pequeños ruidos”, comentó Kyle Lester, vicepresidente de mantenimiento. Sin embargo, reconoció que algunas fuentes, como los secadores de aire, son difíciles de eliminar, ya que son valorados por quienes buscan reducir los residuos.
Una vez que el aeropuerto consiga un entorno más sereno, se planea introducir música cuidadosamente seleccionada, y Washington sugirió el jazz como una opción ideal.
Lo que no se puede silenciar
A pesar de la implementación de la nueva política, ciertos sonidos seguirán siendo parte del ambiente. Los anuncios obligatorios de la TSA deben hacerse cada 30 minutos, y las normativas de seguridad establecen que los mensajes de emergencia deben ser transmitidos 15 decibeles por encima del ruido ambiente. Esto significa que algunos avisos podrían alcanzar hasta 100 decibeles, lo que puede ser perjudicial para la audición.
El aeropuerto también ha subrayado que la reducción del ruido es una obligación y que se supervisará su cumplimiento, aunque aún no se han determinado sanciones para quienes no se adapten.
Una experiencia más humana para el viajero
La medida ha sido recibida como una acogida necesaria por muchos. David Matos, director de administración de mantenimiento, observó que el ruido excesivo puede confundir a los pasajeros y aumentar su tensión. “Con tantos anuncios y ruido, muchos se bloquean. Se estresan, actúan impulsivamente e incluso empujan en el tren”, explicó.
Otros pasajeros comparten esta percepción; uno de ellos comentó: “Te hace pensar que vas a perder algo importante” mientras intentaba escuchar su teléfono mientras un anuncio resonaba sobre su cabeza.
Sin embargo, hay quienes opinan que el sonido es parte del carácter de viajar. “Es un aeropuerto. Tienes que aguantarlo”, expresó otra pasajera, aunque admitió que le gustaría escuchar música en vivo, sugiriendo que “el jazz sería agradable”.
Una visión hacia el futuro
Esta política forma parte de una visión más amplia para convertir DIA en un espacio donde los viajeros puedan trabajar, descansar y transitar sin ser abrumados sensorialmente. Con un área de 53 millas cuadradas, Washington incluso imagina un futuro en el cual los viajeros puedan observar las estrellas desde la terminal, similar a lo que se puede ver en Jackson Hole.
Mientras tanto, los esfuerzos para reducir el ruido aeroportuario y brindar una experiencia más tranquila en uno de los aeropuertos más grandes y concurridos del país continúan.
Original source: Noticias Colorado
By Karen Gutierrez
25 Nov, 2025





