La frontera entre México y Estados Unidos es un cruce diario para miles de estudiantes que buscan construir su futuro. Hoy, esta realidad ha avanzado significativamente hacia la integración académica con la creación del consorcio educativo Cali-Baja. Esta alianza entre universidades públicas y privadas de California y Baja California tiene como objetivo facilitar el intercambio estudiantil, así como la revalidación de estudios y el desarrollo de talento en una de las regiones binacionales más dinámicas del mundo.
La firma del acuerdo se llevó a cabo con la participación de instituciones educativas de San Diego y Tijuana, marcando un hito para la educación transfronteriza.
El nuevo consorcio educativo no solo se limitará a enviar estudiantes de un país a otro, sino que busca una integración más profunda y estructural. Christopher Tale, cónsul de Estados Unidos en Tijuana, lo explicó así:
“No simplemente es cuestión de mandar estudiantes de cualquier país a otro, sino pensar en la tecnología, tener currículas que puedan compartirse, ofrecer doble titulación y transferir créditos”, señaló.
El objetivo del consorcio es que las instituciones trabajen de manera coordinada para ofrecer programas compatibles, con reconocimiento académico mutuo y opciones reales de movilidad binacional.
Desde el ámbito académico, la visión del consorcio educativo es clara: fortalecer el capital humano que requiere la región fronteriza. Rafael Hernández, del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego (UCSD), enfatizó la importancia estratégica del acuerdo:
“Para asegurarnos que Cali-Baja, es decir, Tijuana, el norte de Baja California y San Diego, cuenten con el talento necesario para que nuestra región sea una de las más integradas y competitivas en el mundo”, afirmó.
Esta integración busca abordar las necesidades de sectores clave como tecnología, industria, comercio y servicios binacionales.
Para estudiantes como Valeria Castillo, próxima a graduarse de la Universidad Autónoma de Baja California, el consorcio educativo representa una oportunidad concreta. Con doble ciudadanía, siempre se ha preguntado cómo ejercer profesionalmente en ambos países.
“Ya había pensado incluso, puedo conseguir un trabajo en México en este campo y uno a medio tiempo en Estados Unidos… uno que me ayude a aplicar mis conocimientos y el otro que me ayude económicamente”, comentó.
Valeria considera que este acuerdo puede cambiar radicalmente su panorama laboral y académico.
“Este programa me puede beneficiar porque puede que sea más económico, que el trámite sea sencillo y que pueda completarlo antes de lo que pensaba. Estoy muy emocionada, mis expectativas de tener una vida laboral exitosa aumentan”, expresó.
Uno de los anuncios más relevantes relacionados con el consorcio educativo es la implementación de un carril exclusivo para estudiantes en la frontera, que empezará a operar en enero. Este carril utilizará el Sistema de Procesamiento Mejorado de Pasajeros, conocido como EPP.
Un representante de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) estuvo presente durante la firma del acuerdo, confirmando la puesta en marcha de este sistema para acelerar los cruces estudiantiles.
Jorge Goytortúa, director ejecutivo del Cross Border Xpress (CBX), explicó cómo funciona esta tecnología:
“Es una tecnología biométrica que hace una comparación facial de todos los usuarios de esta nueva instalación y ya no es necesario ver a un oficial. Así, el proceso de ingreso a Estados Unidos se reduce a dos o tres segundos, lo cual es extraordinario”, detalló.
Aunque no existe una cifra exacta, se estima que miles de estudiantes cruzan a diario la frontera para asistir a clases. Con este consorcio educativo Cali-Baja, la educación se convierte en un puente más sólido que la línea fronteriza, apostando por una región más integrada, preparada y competitiva.
Fuente original: Noticias San Diego
Por Claudia Orozco
12 Dec, 2025




