Barbero de Tijuana Transforma Vidas con un Simple Corte de Cabello

Tijuana, BC — En el cruce de Lázaro Cárdenas y Benítez, uno de los puntos más concurridos de la ciudad, la rutina diaria apenas permite notar a quienes viven en la calle. Sin embargo, entre el bullicio vehicular y el polvo del asfalto, Jorge Mendoza, conocido como “Kali”, ha encontrado su lugar de labor.

Con una mochila cargada de herramientas de trabajo, incluyendo máquinas, navajas y peines, “Kali” ha establecido su barbería improvisada bajo un puente.

“Es más que un corte de cabello, es tocarles el corazón”, afirma el barbero, quien cuenta con 20 años de experiencia profesional y ha trabajado con artistas reconocidos antes de centrar su talento en esta misión social.

Desde hace dos años, dedica tiempo cada semana a buscar a “los que nadie ve”: personas sin hogar, adictos en recuperación o migrantes que se han quedado varados en la frontera.

Cada persona que pasa por su silla lleva consigo una historia de abandono, adicciones y noches frías. Para “Kali”, la barbería representa un puente hacia algo más significativo.

“A través del arte de la barbería puedes transformar a una persona, darle una segunda, tercera o quinta oportunidad”, asegura.

Su proceso va más allá de un simple corte: con una cubeta de agua tibia y un estropajo con shampoo, limpia rostros, manos y pies. Además, proporciona ropa y zapatos nuevos a quienes lo necesitan.

“Seleccionamos ponerles zapatos porque es como una nueva vida. Unos nuevos zapatos para correr, caminar, empezar de nuevo”, explica.

“Kali”, originario de Michoacán, emigró a Estados Unidos cuando era niño. Su pasión por la barbería nació de un berrinche infantil.

“Mi madre me compró una máquina para cortar cabello en Los Ángeles, sin saber usarla. Así fue como comenzó todo”, recuerda.

Ocho años atrás, fue deportado, y esa misma máquina le permitió comenzar de nuevo. Hoy, su talento y empatía lo han convertido en un símbolo de esperanza en la frontera.

En su causa se unió David Rubiano, un videógrafo colombiano que llegó a Tijuana en busca de oportunidades después de perder a un hermano por drogas y tener a otro desaparecido.

Juntos documentan estas transformaciones y comparten su labor a través de redes sociales. Los videos han tenido un impacto viral, inspirando a barberos de otros estados y países a replicar esta iniciativa.

Su historia ilustra que, a veces, cambiar el mundo puede comenzar con un simple instante en la vida de alguien.

Una mirada, un gesto… o un simple corte de cabello.