Tijuana, BC – La tragedia ha vuelto a golpear la frontera entre México y Estados Unidos. Un reciente accidente marítimo resultó en la muerte de cuatro personas en las costas de Imperial Beach, lo que ha llevado a las autoridades de ambos países a reforzar su presencia en la región. Para quienes arriesgan sus vidas intentando cruzar al país vecino por el mar, esta ruta se ha vuelto una de las más peligrosas y mortales.
En el lado mexicano, elementos de la Secretaría de Marina han intensificado sus patrullajes marítimos, en coordinación con la Guardia Costera de Estados Unidos. Estas operaciones conjuntas tienen como objetivo detectar y frenar el creciente tráfico de personas por mar.
Atravesando los límites marítimos entre México y Estados Unidos, ambos cuerpos de seguridad realizan patrullajes rutinarios, asegurando una vigilancia continua ante el aumento de embarcaciones improvisadas llamadas “pangas”, que los traficantes utilizan para trasladar migrantes durante la madrugada en condiciones de neblina que dificultan su detección.
El subjefe de la Patrulla Fronteriza, Roberto Domínguez, destacó que la colaboración con las autoridades mexicanas es crucial para mitigar estos cruces marítimos.
“Trabajamos con la Marina de México para obtener su apoyo en estas labores, mientras nuestra presencia en la zona se ha incrementado para combatir esta nueva amenaza que estamos observando”, declaró Domínguez.
La situación es alarmante: en lo que va del año, siete personas han perdido la vida en estos intentos de cruce, y 10 más permanecen desaparecidas tras dos naufragios en la región. El más reciente incidente tuvo lugar el fin de semana en Imperial Beach, donde la fuerza del oleaje impidió que las víctimas alcanzaran la costa.
Para activistas que apoyan a las familias de migrantes, esta ruta se ha convertido en un camino de extremo riesgo. Paola Morales, defensora de derechos humanos, lo expresa de esta manera: “Se ha arriesgado la vida por un ’sueño estadounidense’. Ya no es un ’sueño’; ha mutado en una pesadilla que deja el amargo sabor de la muerte”.
La Patrulla Fronteriza ha documentado un aumento sustancial en los cruces por mar en los últimos meses. La mayoría de estos intentos se realizan en completa oscuridad, en pangas sin luces, sin chalecos salvavidas y sin ningún equipo de seguridad. Muchas de estas embarcaciones están en mal estado, son inestables y no están preparadas para afrontar el fuerte oleaje característico de la zona.
Activistas como Tania Mendoza advierten que este fenómeno está correlacionado con el fortalecimiento de la frontera terrestre.
“El militarizar tanto la frontera crea estructuras que fuerzan a las personas a optar por el mar, como están haciendo ahora en esta región”, mencionó Mendoza.
A pesar de la intensificación de la vigilancia marítima, las autoridades reconocen que los traficantes siguen operando con mayor frecuencia. La combinación de muros fronterizos reforzados, la presencia militar en terreno y la desesperación de miles han empujado a los migrantes hacia rutas cada vez más peligrosas.
Autoridades y defensores de derechos humanos coinciden en que el cruce por mar es una de las rutas más mortales en toda la frontera. Embarcaciones sobrecargadas, operadores inexpertos y condiciones climáticas adversas hacen que cada intento de cruzar se convierta en potencial tragedia.

Original source: Noticias San Diego
By Claudia Orozco
17 Nov, 2025




