Tijuana, BC – La frontera entre Tijuana y San Diego enfrenta una creciente preocupación: el aumento alarmante de jóvenes sin hogar. Diferentes organizaciones civiles han calificado esta situación como una crisis silenciosa, que no solo compromete la salud, sino también el futuro de cientos de jóvenes que viven entre dos países.
Esta semana, un grupo de voluntarios decidió hacer visible esta problemática. Miembros de la Asociación Cristiana de Jóvenes, YMCA en ambos lados de la frontera llevaron a cabo una caminata simbólica para unir a la comunidad en torno a un mismo propósito: reconocer la humanidad de aquellos que no tienen hogar.
“Hoy es una caminata llena de amor que une a la comunidad, reconociendo nuestra región como una sola, y se une para generar más concientización sobre nuestros programas”, expresó la coordinadora de Casas YMCA Tijuana, Valeria Ruiz.
El recorrido incluyó la participación de la comunidad de Tijuana, incluyendo la Agencia Migrante y la Alianza para la Salud, organizaciones que ofrecen atención directa a personas sin hogar. La iniciativa, denominada El Viaje de la Solidaridad, busca movilizar a la sociedad, fortalecer redes de apoyo y promover soluciones binacionales.
En Baja California, los censos sobre este tema son limitados, pero los datos disponibles son alarmantes: aproximadamente 338 jóvenes entre 12 y 24 años viven sin un hogar. En el vecino estado de California, este mismo grupo representa el sector de más rápido crecimiento entre las personas sin vivienda.
“La lucha se extiende a ambos lados de la frontera. Hay dolor y trauma en ambas partes, y para nosotros no hay diferencia; nuestro objetivo es cómo responder juntos como comunidad”, afirmó Justin Lipford, director de Misión YMCA San Diego.
Los jóvenes acuden a los espacios de la YMCA, como Casa YMCA, el club deportivo y el centro comunitario, en busca de un lugar donde puedan sentirse seguros, divertirse y pertenecer a una comunidad. Sin embargo, detrás de esas visitas, los voluntarios detectan historias marcadas por violencia familiar, falta de vivienda, abandono escolar y problemas de salud mental, temas que persisten como tabú.
“Llegan en busca de un espacio para generar comunidad. Ahí conocemos sus problemáticas: violencia, falta de vivienda, salud mental… temáticas que aún se silencian”, señaló Valeria Ruiz.
El recorrido de cinco kilómetros culminó en la Garita del Chaparral, donde los participantes cruzaron hacia San Diego para proseguir su marcha hacia el norte del condado, llegando hasta Escondido.
Durante toda la jornada, la YMCA aceptó donaciones en especie —ropa, calzado y artículos de higiene— en sus instalaciones de ambos lados de la frontera. Todo lo recaudado será destinado a apoyar a jóvenes migrantes y sin hogar.
El mensaje que deja esta caminata es claro: la frontera no debe dividir la compasión ni la solidaridad. Ante una problemática creciente, las organizaciones binacionales están construyendo puentes humanos donde antes solo había muros.
Original source: Noticias San Diego
By Claudia Orozco
4 Nov, 2025
