Una investigación presentada recientemente en el Congreso Europeo de Gastroenterología en Berlín sugiere que incluso una sola lata diaria de refresco light podría aumentar significativamente el riesgo de enfermedad hepática grasa no alcohólica (NAFLD, por sus siglas en inglés).
El estudio, liderado por científicos de la Universidad de Soochow en China, analizó datos de más de 124,000 personas en el Reino Unido sin antecedentes de enfermedad hepática. A lo largo de diez años, los investigadores descubrieron que tanto las bebidas azucaradas como las bebidas “sin azúcar” estaban asociadas a un mayor riesgo de desarrollar enfermedad hepática grasa metabólica (MASLD) —una condición que puede derivar en cirrosis o cáncer de hígado.

Además, el estudio encontró que sustituir estas bebidas por agua podría reducir el riesgo de enfermedad hepática entre un 13% y 15%.
Aunque durante años se han promovido los refrescos light como una alternativa más saludable, este estudio pone en duda esa percepción. Los expertos creen que los edulcorantes artificiales podrían alterar el metabolismo y la salud intestinal, contribuyendo al desarrollo de enfermedades hepáticas.





