El presidente Donald Trump declaró que Estados Unidos está en un “conflicto armado” con los cárteles de la droga, a los que designó como organizaciones terroristas.
Según un aviso del Pentágono al Congreso, esta decisión permite usar la fuerza militar contra los cárteles, tratándolos como grupos armados no estatales y “combatientes ilegales”. El documento menciona un ataque del 15 de septiembre en el Caribe contra presuntos miembros del Tren de Aragua, en el que murieron varios sospechosos.
La medida representa un cambio drástico: hasta ahora, el narcotráfico se combatía a través de agencias policiales, pero ahora los sospechosos pueden ser objetivo directo de operaciones militares.
Demócratas en el Senado criticaron la decisión, advirtiendo que el presidente actúa sin una declaración formal de guerra del Congreso y podría estar abriendo la puerta a “guerras secretas” contra cualquier grupo que considere enemigo.





