
Por Karen Gutiérrez, Univision
Denver, Colorado – 7 de noviembre de 2025
Sin salario, pero en la primera línea
El cierre del gobierno federal sigue cobrando víctimas económicas entre los empleados públicos. En el Aeropuerto Internacional de Denver (DIA), los trabajadores de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) llevan semanas sin recibir pago, pero continúan laborando para garantizar la seguridad de los pasajeros.
“El 10 de octubre fue nuestro último cheque, y solo fue la mitad de un pago”, explicó Angela Grana, vicepresidenta regional del sindicato American Federation of Government Employees Local 1127. “Nuestro siguiente pago debía llegar el 7 de noviembre. No sé cómo está sobreviviendo la gente. Es una locura”.
La falta de ingresos ha llevado a muchos trabajadores a recurrir a préstamos, vender pertenencias o depender de despensas locales. Aun así, miles de agentes siguen presentándose a trabajar, incluso bajo la amenaza de que el cierre se prolongue.
Un trabajo esencial sin retribución
La TSA, encargada de revisar equipajes y mantener la seguridad en los aeropuertos, es considerada una agencia esencial, lo que obliga a su personal a seguir en funciones incluso sin pago.
El impacto emocional y financiero, sin embargo, se agrava cada día. “No podemos ir a un banco y decirles que esperen, no hay tregua”, dijo Grana. “No somos rojos ni azules; somos rojos, blancos y azules”, subrayó, aludiendo al carácter no partidista de los empleados públicos.
Repercusiones más allá del aeropuerto
La situación de los trabajadores de la TSA se suma a la crisis que ya afecta al sistema aéreo nacional. La Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó reducir el tráfico aéreo en 40 aeropuertos, incluido el de Denver, debido a la escasez de controladores aéreos y el agotamiento del personal.
El profesor Chad Kendall, experto en aviación de la Metropolitan State University of Denver, advirtió que el problema va más allá de los vuelos comerciales:
“Las aerolíneas no solo transportan personas, sino también carga. Este estancamiento afecta el movimiento de mercancías y puede tener un impacto económico global”.
Kendall considera que el daño podría finalmente presionar a los legisladores para poner fin al cierre. “Este nivel de interrupción puede ser el catalizador que reúna al Congreso. Es una crisis que afecta tanto a los negocios como al turismo, algo que ya vimos en 2019”, explicó.
Denver, entre los aeropuertos más afectados
El Aeropuerto Internacional de Denver, uno de los más transitados de Estados Unidos, enfrenta una combinación de reducción de vuelos, cancelaciones y falta de personal remunerado. La ciudad ha intentado aliviar la situación mediante un banco de alimentos para trabajadores federales, pero los recursos son limitados.
Mientras tanto, las demoras y cancelaciones de vuelos se han convertido en parte del día a día. El rastreador FlightAware reportó más de 70 vuelos cancelados y 100 retrasos solo el viernes 7 de noviembre, coincidiendo con el inicio formal de los recortes ordenados por la FAA.
Un impacto humano invisible
El cierre federal no solo afecta la economía nacional; está desestabilizando la vida cotidiana de cientos de familias trabajadoras. Agentes de la TSA en Denver reportan dificultades para pagar renta, facturas médicas y transporte, además de problemas emocionales vinculados al estrés financiero.
“Algunos compañeros están pidiendo dinero prestado para gasolina o comida”, comentó uno de los empleados del aeropuerto, bajo condición de anonimato. “Seguimos trabajando porque es nuestro deber, pero cada día se siente más injusto”.
Un conflicto político con costo humano
El cierre del gobierno federal, originado por desacuerdos presupuestarios entre el Congreso y la Casa Blanca, se ha extendido más de un mes, convirtiéndose en el más largo en la historia reciente.
Aunque algunos sectores del gobierno siguen operando, la mayoría de los empleados de agencias como la TSA, la FAA y la Oficina de Parques Nacionales no reciben salario mientras el estancamiento continúa.
Kendall advirtió que la prolongación del cierre podría erosionar la confianza pública en las instituciones. “Cuando la gente ve a trabajadores esenciales trabajando sin cobrar, entiende que el sistema ha fallado”, dijo.
Original source: Noticias Colorado
By Karen Gutierrez
7 Nov, 2025





