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UMC El Paso alcanza la acreditación nacional: Impulsando la excelencia en enfermería

El Centro Universitario Médico de El Paso (UMC) ha marcado un hito en la preparación de enfermeros recién graduados al conseguir la acreditación nacional para su programa de residencia en enfermería. Este logro coloca al hospital como un líder en calidad educativa, acompañamiento profesional y bienestar integral, en una de las profesiones más exigentes del sistema de salud.

Dicha acreditación no solo posiciona a UMC en el mapa nacional, sino que lo convierte en el único hospital en El Paso con este reconocimiento, lo que resalta su compromiso para alcanzar la excelencia tanto clínica como humana.

UMC y una acreditación que eleva el estándar nacional

La acreditación lograda por UMC es el resultado de un exhaustivo proceso de evaluación nacional que examina varios factores clave: la formación de los enfermeros recién graduados, los índices de retención, entrevistas directas y el cumplimiento de normativas del programa.

Nohemí Galindo, directora de Desarrollo Profesional de Enfermería, destacó el significado de este avance al declarar:
“Este año es el primer año que tenemos la acreditación… es una acreditación nacional que indica que el programa ha alcanzado un nivel superior.”

Este reconocimiento formaliza que el programa de residencia de UMC cumple con las mejores prácticas a nivel nacional, garantizando una transición más segura y estructurada desde el entorno académico hacia el hospitalario.

Más que entrenamiento clínico

Para quienes forman parte del programa, la residencia es mucho más que adquirir habilidades médicas. Representa un apoyo constante durante el primer año profesional, una etapa crítica para cualquier enfermero.

Héctor Muñoz, residente de enfermería, describió el desafío de esa transición:
“Al pasar de la escuela a la práctica de enfermería, la experiencia es completamente diferente… aplicar lo aprendido en la escuela a los pacientes requiere tiempo y experiencia.”

UMC ha diseñado su residencia precisamente para cerrar la brecha entre la teoría y la práctica, ofreciendo un entorno controlado donde el aprendizaje es progresivo y supervisado.

Simulación, práctica y confianza en UMC

Uno de los pilares del programa de UMC es el uso de entrenamientos guiados y simulaciones controladas. En estas sesiones, los residentes practican procedimientos críticos antes de ejecutarlos de manera independiente en áreas clínicas.

Steven Sotelo, residente del programa, describió algunos de estos entrenamientos:
“Por ejemplo, usar el crash cart para simular la reanimación de un paciente, aprender a programar infusiones, y así estar preparados antes de estar solos con pacientes.”

Este enfoque permite a los residentes cometer errores sin consecuencias graves, recibir retroalimentación y mejorar sus habilidades, aumentando así la seguridad y la confianza profesional. “La práctica nos permite aprender de los errores y ganar más confianza,” añadió Sotelo.

Salud mental: un apoyo clave en la residencia

Además de la capacitación técnica, UMC incorpora un componente esencial que a menudo se omite: la salud mental. Reconociendo el alto nivel de estrés del primer año de enfermería, el programa proporciona apoyo psicológico constante.

“Cada tres meses se realizan encuentros con el departamento de salud mental para facilitar el diálogo y ofrecer herramientas para el manejo del estrés,” explicó Galindo.

Este enfoque integral posiciona a UMC no solo como un centro técnico de formación, sino como una institución que vela por el bienestar de quienes cuidan, contribuyendo así a la mejora de la calidad del sistema de salud en El Paso.

Fuente original: Noticias El Paso

Por Fernanda Ponce
12 Dec, 2025

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