La amplia sonrisa de Ambrocio Lozano refleja la alegría de su liberación tras más de cien días en un centro de detención en Los Ángeles. Un juez ha aprobado su solicitud para obtener la residencia legal permanente en Estados Unidos, lo que marcó un giro positivo en su historia.
“Nunca bajé la guardia; confié en Dios y él me trajo de regreso”, comentó Lozano a CNN. Su satisfacción se refleja al volver a su rutina diaria.
Después de 24 años como vendedor de paletas, Lozano llegó a California en 1999 procedente del estado de Guerrero, México. Desde entonces, ha sabido ganarse el cariño de la comunidad de Culver City, donde muchos esperaron su regreso durante meses.
Con 52 años, Ambrocio dice con orgullo: “Ya soy una partecita de este país”. Su trayectoria como vendedor de helados se vio interrumpida el 23 de junio pasado cuando agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) lo detuvieron en pleno trabajo en el suroeste de Los Ángeles. CNN contactó a ICE para obtener más detalles sobre su arresto.
Tras su detención, Ambrocio comenzó un complicado proceso legal. Su sobrina se contactó con una abogada de inmigración que se encargó de gestionar su caso y recopiló toda la documentación necesaria para su defensa.
Después de estar en centros de detención en Los Ángeles, Texas y Nuevo México, Lozano vivió meses de incertidumbre. “Fue muy doloroso. Sentí algo increíble, ni yo mismo me lo creía”, cuenta. Se vio privado de su libertad por 114 días, y volvió a encontrar la paz en la oración junto a otros detenidos que atravesaban situaciones similares. Para amenizar el tiempo, hacían llaveros y manualidades que intercambiaban entre ellos.
Finalmente, un juez aprobó su solicitud de residencia permanente, que había sido presentada por su familia hace más de 20 años. Esta decisión se basa en la ley de Equidad para las familias de inmigrantes legales, destinada a ayudar a quienes han enfrentado obstáculos para ajustar su estatus migratorio en Estados Unidos.
Su abogada, Ebony Espinoza, expresó su alivio: “El juez aprobó el caso por los argumentos y demostró que Ambrocio calificaba para este beneficio”. Al hablar de Lozano, ella menciona lo importante que fue su fe y determinación durante todo el proceso.
Pocos días después, Ambrocio organizó una reunión en un parque público de Culver City para agradecer a sus clientes y amigos de la comunidad. Les proporcionó paletas y compartió recuerdos, mientras que a cambio recibió carteles de bienvenida, aplausos y hasta una pintura de su carro de helados.
A pesar de las dificultades que enfrentó, Lozano manifiesta su deseo de continuar trabajando. “Es un trabajo digno y honrado, y me permite mantener a mi familia”, asegura. Se siente feliz como paletero, y su alegría se refleja en la felicidad con la que interactúa con su clientela, tanto niños como adultos.
Ahora, con el pasado atrás, Ambrocio avanza hacia el futuro. “La vida continúa, porque lo que pasó, pasó. Ahora hay que seguir adelante”, concluye.
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Original source: Noticias Midland-Odessa
By Erick Castillo
30 Oct, 2025
